El huracán Beryl que causó estragos en todo el Caribe, destruyendo poblaciones a su paso, llegó a la península de Yucatán la madrugada de este viernes 5 de julio.
Como huracán categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, tocó tierra afectando a más de dos millones de residentes de la zona y a los puntos turísticos de Cancún y Tulum cuyas playas fueron cerradas.
En toda la región se desplegaron miles de militares, más de 8,000 efectivos del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional para brindar apoyo a la población.
Cientos de turistas fueron evacuados de hoteles a lo largo de la costa de la península y más de 3,000 personas abandonaron Isla Holbox, frente a la costa; más de 300 vuelos han sido cancelados o retrasados.
A su paso por el Caribe, Beryl ha dejado un saldo de al menos diez personas sin vida y muchos reportes de desaparecidos y daños en infraestructura, hogares y edificios sin energía eléctrica.
Es el primer huracán que alcanza el nivel de categoría 4 en junio desde que comenzaron los registros del Centro Nacional de Huracanes, y el primero en alcanzar la categoría cinco, la más alta, en julio. El récord pone una vez más el impacto del cambio climático en el centro de discusión.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, NOAA, advirtió que el Atlántico Norte podría recibir hasta siete huracanes importantes este año. En el pasado el promedio ha sido de tres en una temporada.