Las redes sociales se encendieron tras la publicación de un vídeo de un oso llamado Tsubasa utilizando unos nunchakus, arma tradicional del Kung Fu con mucha destreza.
Las imágenes fueron captadas en el zoológico de Yagiyama, en la ciudad japonesa de Sendai.
Aunque algunas personas respondían a la publicación comentando la gracia que les hacía ver al oso practicando kung fu, muchas ponían en tela de juicio los métodos empleados para lograr tal efecto.
Incluso un zoólogo expresaba en Twitter que este tipo de animales solo llevan a cabo esos ejercicios tras haber sido entrenados con duros métodos con los que les acostumbran a sufrir.
El hecho de estar cautivo y unas marcas que se le pueden apreciar en su espalda, llevó a usuarios a sugerir el uso de la fuerza por parte de los entrenadores, aunque se desconocen los motivos de las lesiones.
Sin embargo, este no es un caso único, pues que son conocidos varias casos de osos que practican artes marciales, como Claude, un oso del zoológico japonés de Asa que manejaba un palo con una técnica muy parecida a las del Kung Fu o el Bojutsu.