Agencias.- El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador lanzó la primera arenga de su historia como Presidente de México en el Palacio Nacional.
Con 20 vivas lanzados tanto a los héroes de la Independencia y a los héroes anónimos, como a conceptos como la justicia, la paz o la democracia, el jefe del Ejecutivo dio el Grito de la Independencia más largo de la historia.
Acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, desde el balcón presidencial ondeó la bandera de México.
Tras el Himno Nacional, un popurrí de la Banda Mixe, y del Mariachi conjunto de la Defensa Nacional y la Marina, inició el espectáculo de fuegos artificiales y finalmente López Obrador y su esposa se despidieron de los asistentes.
El presidente López Obrador lanzó las veinte arengas que había anunciado desde el sábado.
¡Viva la Independencia!
¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla!
¡Viva José María Morelos y Pavón!
¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!
¡Viva Ignacio Allende!
¡Viva Leona Vicario!
¡Vivan las madres y los padres de nuestra patria!
¡Vivan los héroes anónimos!
¡Viva el heroico pueblo de México!
¡Vivan las comunidades indígenas!
¡Viva la libertad!
¡Viva la justicia!
¡Viva la democracia!
¡Viva nuestra soberanía!
¡Viva la fraternidad universal!
¡Viva la paz!
¡Viva la grandeza cultural de México!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
Al Grito de anoche, le antecedieron dos cierres de campaña, asambleas informativas de su movimiento de resistencia civil pacífica, los mítines postelectorales de 2006, el legendario plantón en la plaza, Madero y Paseo de la Reforma, pero sobre todo, aquel descomunal mitin para protestar por el desafuero.
Nadie ha llenado tantas veces esta plaza como el hoy Presidente de la República, quien, además, ha dado el Grito de Independencia en la plaza en aquellos tiempos en que reclamaba a los cuatro vientos que le habían arrebatado la Presidencia.
El operativo de seguridad para la ceremonia del Grito de Independencia en el Zócalo de la Ciudad de México fue amplio; sin embargo, no tuvo el carácter invasivo de ediciones pasadas.
En todas las calles que confluyen a la Plaza estuvieron apostados policías auxiliares, de la Bancaria e Industrial, y elementos de la Guardia Nacional.
También estuvieron funcionarios del gobierno de la Ciudad de México vestidos con chalecos verdes, para resguardar la seguridad en la plaza capitalina y sus alrededores.
En esta edición no hubo arcos detectores de metales, pero los policías en los filtros de seguridad efectuaban revisiones aleatorias a mochilas que portaban los asistentes al festejo.
Los policías preventivos revisaban el interior de los bolsos seleccionados y pasaban por ellos los dispositivos detectores de metales portátiles.
A diferencia de otros años, los vendedores informales fueron acomodados en tramos de calles alejados de la Plaza en un intento de inhibir el ingreso de latas con espuma y huevos rellenos con harina o confeti.