La implementación del llamado Título 42, una restricción fronteriza de salud pública que empezó a regir desde la pandemia, terminó este jueves y su final altera la política migratoria a Estados Unidos, mientras crece la amenaza de que se desate un caos, a medida que miles de migrantes se reunieron en la frontera con México.
En conferencia de prensa desde Washington, Blas Nuñez-Neto, subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional, indicó que una vez concluida esta política, se mantiene vigente el Título 8 por el que se procesa a cualquier persona que ingresa de forma ilegal a territorio norteamericano, y esto implica revisión a todos sus antecedentes.
Independientemente de la solicitud de refugio que presentan, son investigados por inteligencia para descartar posibles casos de delincuentes o terroristas.
Por ello el funcionario hizo un nuevo llamado a evitar cruzar de forma ilegal la frontera por las consecuencias legales que pudieran enfrentar.
En el caso de los nacionales de Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela tendrán derecho a solicitar asilo, pero desde sus lugares de origen o en la frontera, aunque deberán esperar sus resoluciones en México.