Rubble, el gato más longevo del mundo, murió en la ciudad de Exeter, Inglaterra, a la edad de 31 años.
Michele Heritage, su desconsolada dueña de 52 años. le rindió tributo en sus redes sociales y contó que lo adoptó siendo cachorro el día que cumplió 20 años y desde entonces fueron inseparables.
Su mascota consiguió alcanzar gran protagonismo después de que, al cumplir los 30 años, le organizara al animal una fiesta de cumpleaños que consiguió llegar a los medios de comunicación.
El gato de raza Maine Coon, no tenía problemas específicos de salud, pero murió de viejo. “Adelgazó mucho y un día cruzó la calle y no volvió”, dijo Michele.
Rubble superó la marca de gatos vivos más viejos que había alcanzado Scooter, un siamés de Texas, que fue nombrado en el Libro Guinness a la edad de 30 años antes de morir en 2016.
Pero, según los libros de récords, el gato de mayor edad de todos los tiempos fue Creme Puff, que vivió 38 años y 3 días: nació el 3 de agosto de 1967 y murió el 6 de agosto de 2005.