En la ciudad china de Chongqing se presentó un proyecto para la construcción de una ciudad inteligente, que será administrada en su totalidad por inteligencia artificial.
En este lugar, robots se encargarán de entregar café a los residentes y las sillas se reorganizarán solas después de una reunión, dio a conocer Reuters.
En una conferencia tecnológica, la firma de arquitectura danesa BIG, en conjunto con la empresa tecnológica china Terminus, expusieron los planes para la construcción de esa urbe futurista, denominada ‘Cloud Valley’.
El proyecto contempla el uso de sensores y dispositivos conectados a Wi-Fi para recopilar datos sobre todo, desde el clima y la contaminación hasta los hábitos alimenticios de las personas, con el fin de satisfacer automáticamente las necesidades de sus residentes.
Sería una ciudad de aproximadamente 1,2 millones de metros cuadrados, con unos 110 campos de fútbol, donde la tecnología permitiría a las personas a vivir con comodidad.
La urbe, que incluye edificios de oficinas, apartamentos, espacios públicos y coches autónomos controlados por la inteligencia artificial, sería completada dentro de unos 3 años.
Pero ese tipo de urbes han planteado preocupaciones sobre la privacidad, Eva Blum-Dumontet, investigadora principal del grupo de defensa británico Privacy International, sostiene que las ciudades inteligentes corren el riesgo de convertirse en una amenaza para los derechos humanos si las empresas y los gobiernos no toman medidas para limitar la vigilancia.