El Papa Francisco celebró por primera vez una Misa en rito caldeo en italiano, caldeo y árabe, en Bagdad y en presencia sorpresa del presidente iraquí Barham Salih, musulmán kurdo.
Fue en la Catedral Católica de San José de Bagdad durante su histórica visita a Irak.
El Papa estuvo en su segundo día en Irak con un viaje a Najaf, donde tuvo lugar un encuentro con el ayatolá Al Sistani.
Desde allí, se desplazó hasta Nasiriya donde se desarrolló el encuentro interreligioso en la llanura de Ur. Por la tarde, ha regresado Bagdad para presidir la misa en la catedral caldea San José de la capital iraquí.
Se trata de la segunda ocasión que el Santo Padre celebrará una Eucaristía en un rito oriental católico. La primera vez fue el 2 de junio de 2019 durante su viaje a Rumanía en donde presidió la “Divina Liturgia” en rito bizantino rumano con la beatificación de siete obispos greco-católicos mártires.
Este domingo, el Papa viajará en avión a Erbil, capital del Kurdistán iraquí, donde será recibido en el Salón Vip Presidencial del Aeropuerto de Erbil por las autoridades religiosas y civiles de la región autónoma de Kurdistán Iraquí.
Este punto se erige como el último refugio de los cristianos en Irak, en la región autónoma del Kurdistán, que consiguió su independencia en 1991 tras la primera Guerra del Golfo, un lugar donde, de momento, son tolerados, aceptados y pueden exigir algunos derechos.
Antes de que Estados Unidos invadiera Irak en 2003, había alrededor de 1, 2 millones de cristianos en todo el país. Además de católicos caldeos, que representan el 75% de los cristianos iraquíes, están los asirios o nestorianos, seguidos de siriaco-ortodoxos, y, en menor número, armenios y protestantes.
Según la fundación Mesopotamia Heritage el número de cristianos es mucho menor y apenas 400 mil caldeos estarían aún viviendo en Irak, divididos entre Bagdad, Kurdistán, la llanura de Nínive y Basora.