Autoridades italianas investigan el hallazgo de un cementerio de fetos en el vecindario Flaminio, en Roma.
En el lugar encontraron cruces con los nombres de las mujeres que legalmente optaron por abortarlos, así como la fecha en la que se llevó a cabo el procedimiento.
El entierro se habría realizado sin el consentimiento de las madres; este caso salió a la luz luego de que una mujer que había decidido abortar descubriera su nombre en una de las tumbas y denunciara el hecho en redes sociales.
“Pensar que alguien se ha apropiado de su cuerpo, que ha celebrado un rito, que lo ha enterrado con una cruz que lleva mi nombre encima, fue abrir una herida”, contó una de las madres afectadas.
Poco después surgieron nuevas denuncias al respecto, que determinaron el inicio de las investigaciones.
Desde 1978, el aborto es legal en Italia dentro de los primeros 90 días de embarazo, aunque los médicos pueden sujetarse al derecho a la objeción de conciencia y negarse a practicarlo. Por otra parte, una ley posterior exige que los fetos de menos de 20 semanas sean cremados en los hospitales.
En un país sumamente católico, siete de cada diez ginecólogos se niegan a realizar abortos, por lo que en algunas regiones son pocos aquellos dispuestos a prestar ese servicio médico público.
La situación develada por los hallazgos implica diversos delitos, entre ellos la violación de los derechos fundamentales de la mujer, de la ley sobre el aborto y de las obligaciones inherentes al servicio público, así como otras infracciones relacionadas con la privacidad personal.
Se han descubierto cementerios también en la ciudad de Brescia, en el norte del país.