Redacción.- Autoridades iraníes han dado permiso penitenciario a unos 70.000 presos para evitar la propagación en las cárceles del COVID-19, del que ya se han contagiado en el país 7.161 personas, donde 237 han fallecido.
Este lunes de que se han confirmado 595 nuevos contagios, de los que 43 han muerto, informó el Ministerio de Salud.
“La liberación de los prisioneros continuará mientras no cree inseguridad en la sociedad”, según el jefe del Poder Judicial, Ebrahim Raisí, quien explicó hoy que se ha dado prioridad a aquellos con enfermedades crónicas.
También aseguró que los tribunales están gestionando “rápidamente” los casos de aquellos acusados de acaparar material médico y de higiene, como mascarillas y desinfectante, para lucrarse.
Estos productos están ahora fabricándose en grandes cantidades en el país, después de que escasearan durante la primera semana de epidemia y sus precios se dispararan.
Se está intentando producir los equipos de diagnostico del coronavirus, que hasta el momento han sido suministrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y países como China.
Entretanto, las escuelas y universidades permanecen cerradas, así como los gimnasios, centros deportivos y la mayoría de los sitios turísticos, y se han suspendido todo tipo de eventos culturales, deportivos y religiosos.