El hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, acompañado por su hermano Mark, la pionera Wally Funk y el joven Oliver Daemen completó este martes un vuelo de poco más de 10 minutos, cumpliendo su objetivo personal y comercial: viajar al espacio con su propia nave.
En tan pocos minutos superó la barrera de los 100 kilómetros de altura, la frontera espacial, explorando en cuatro minutos la ingravidez antes de regresar a la Tierra.
Todo esto se trata de un paso importante en el ámbito del turismo espacial: fue el primer vuelo no pilotado y con una tripulación totalmente civil.
“El mejor día de mi vida” gritó Bezos.
Despegó desde una base en el oeste de Texas a bordo del cohete New Shepard; la nave fue fabricada por Blue Origin, la compañía aeroespacial creada por Bezos en el año 2000.
Lo acompañaron su hermano, Mark; la piloto de 82 años Wally Funk; y Oliver Daemen un estudiante neerlandés de 18 años e hijo de un multimillonario.
Una vez concluido el viaje, la cápsula con sus cuatro ocupantes aterrizó sin contratiempos en un paisaje desértico cerca del sitio de lanzamiento, en las inmediaciones del pequeño poblado tejano de Van Horn, y por donde momentos antes llegó el cohete propulsor del New Shepard.
A diferencia del trayecto que hizo hace poco más de una semana desde Nuevo México el multimillonario Richard Branson, en el viaje de hoy Bezos y sus acompañantes superaron la línea imaginaria de Karman, situada a 99.7 kilómetros de la Tierra y que en algunos ámbitos científicos se acepta como la división entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior.