Leah Seneng, una maestra de 60 años, falleció luego de que la mordiera un murciélago en su salón de clases y la infectara con rabia, en hechos ocurridos en el Condado de Fresno en California.
La víctima estuvo expuesta a la rabia a mediados de octubre, acudió a urgencias y fue hospitalizada el 18 de noviembre y falleció el 22 de noviembre, declaró Joe Prado, subdirector del Departamento de Salud Pública del condado, durante una rueda de prensa.
“No sé si creyó que estaba muerto o qué, porque estaba tirado en el aula y ella intentó recogerlo y sacarlo”, declaró una amiga de la víctima a la emisora local de noticias KFSN. “No quería lastimarlo, pero fue entonces cuando supongo que el animal se despertó y vio la luz o lo que sea, se agitó un poco y se fue”.
La rabia -una enfermedad viral casi siempre mortal, transmitida por la saliva- se contagia cuando un animal infectado muerde o araña a una persona, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los casos de rabia en humanos son tan raros que el último en el condado de Fresno se registró en 1992, según la Dra Trinidad Solís, subdirectora de salud del departamento.
Al principio, la maestra no presentó síntomas. Sin embargo, se enfermó un mes después.
Los síntomas aparecen entre cuatro y ocho semanas después de la exposición, por lo que es importante buscar atención médica de inmediato para que el paciente se vacune lo antes posible. Esto le da tiempo al organismo para desarrollar anticuerpos y combatir el virus.
Los primeros signos pueden ser una debilidad similar a la gripe, malestar, fiebre o dolor de cabeza, según los CDC. Cuando la enfermedad progresa, causa disfunciones cerebrales.
No hay cura una vez que aparecen los síntomas, y la mayoría de los pacientes muere. Seneng estuvo en coma antes de fallecer.