Las devastadoras inundaciones provocadas por la tormenta Daniel han arrasado el este de Libia dejando al menos 2,300 fallecidos y más de 10.000 desaparecidos, según los servicios de emergencia en la zona.
Se trata de las peores inundaciones de las últimas cuatro décadas que han dejado ciudades completamente aisladas, represas y puentes arrasados; tan solo en la ciudad de Derna se han recuperado más de un millar de cadáveres, aunque otras fuentes ofrecen cifras mucho más altas.
En esta ciudad costera de unos 125 mil habitantes, quedaron vehículos volcados en los bordes de las carreteras, árboles derribados y casas abandonadas e inundadas.
El número de desaparecidos da muestra de la escala de la tragedia.
Desde la rebelión que en 2011 derrocó a Muammar el Gadafi, Libia se encuentra de facto dividida en dos, con dos gobiernos enfrentados: un ejecutivo interino reconocido internacionalmente en Trípoli, en el oeste del país, y otro que gobierna la parte oriental de este país mediterráneo, bajo la influencia del poderoso general Jalifa Haftar, donde se presentó la tragedia.
Esto dificulta las tareas de rescate y conocer el número real de víctimas.