En septiembre pasado, una casa de subastas de Nueva York puso a la venta un tesoro poco común: una carta de cinco siglos de antigüedad que revela una intriga política que involucró a Hernán Cortés.
Cortés, es conocido popularmente como el general a cargo de las fuerzas de la corona española y quien logró vencer a los mexicas en Tenochtitlan para instaurar la Nueva España en el territorio hoy conocido como México.
Dichos documentos habrían sido robados del Archivo General de la Nación y subastados, la casa de subastas Swann Galleries puso en subasta los documentos, de los que se esperaba alcanzara entre 20,000 y 30,000 dólares, hasta que un intrépido grupo de académicos de México y España ayudó a frustrar la venta.
Buscando catálogos en línea de casas de subastas globales y aprovechando el tesoro fotográfico personal de uno de los investigadores que contenía documentos coloniales españoles, rastrearon su procedencia hasta el Archivo Nacional de México (AGN), el equivalente local de los Archivos Nacionales en Washington.
Dichos documentos pertenecen y hacen falta en el Archivo General de la Nación, según dijeron funcionarios de dicha institución a Reuters. Ellos señalan que los documentos fueron extraídos del lugar con mucho cuidado.
Los nombres de los compradores y vendedores de los documentos de Cortés nunca fueron dados a conocer públicamente por las casas de subastas. Tal anonimato es común en una industria cuyos mecenas adinerados aprecian el sigilo.
Swann Galleries, que manejó media docena de papeles de Cortés, negó haber actuado mal. Christie’s, que tiene su sede en Londres y que puso dos a licitación, respondió que examina cuidadosamente la procedencia de todos los artículos que pone a subasta. Bonhams, otra firma londinense, subastó una y no quiso hacer comentarios. La casa de subastas de Los Ángeles Nate D. Sanders, que puso un documento de Cortés a la venta, no contestó a una solicitud de comentarios.
El enredo de Cortés llega en un momento de intenso escrutinio al comercio mundial de antigüedades. Países como México están atentos a las casas de subastas en busca de objetos potencialmente robados. Otros están exigiendo la repatriación de las reliquias que se exhiben en museos extranjeros.
Una fuente más en la Secretaría revela que el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado de Estados Unidos, así como una de las oficinas del fiscal federal en el estado de Nueva York, estaban trabajando para recuperar los documentos.