Luego de que se exhumara el cuerpo de la monja Wilhelmina Lancaster, y casi no mostrara signos de descomposición tras cuatro años de su muerte, está atrayendo a miles de católicos que esperan presenciar el “milagro” en el monasterio rural de la hermana en Misuri, Estados Unidos.
Han llegado peregrinos de todo el país para ver y tocar el cuerpo de la religiosa quien murió a los 95 años en 2019 y fue exhumada en abril con su cuerpo y ropa intactos.
Locales dijeron que esperan que los visitantes continúen haciendo la peregrinación desde lugares tan lejanos como Canadá y México durante varios meses.
La policía local tuvo que poner en marcha un operativo para controlar las multitudes en la ciudad de solo mil 800 personas, y se despejó terreno adicional para estacionamiento cerca del monasterio.
Lancaster fue enterrada en un simple ataúd de madera sin ningún tipo de embalsamamiento hace cuatro años, cuando las monjas benedictinas exhumaron a su fundadora la semana pasada, esperaban encontrar huesos en su ataúd, pero se sorprendieron al ver su cuerpo completamente intacto y un hábito religioso perfectamente conservado.
Muchos católicos creen que es un milagro y que podría ser una santa moderna.
Sin embargo, la Diócesis de Kansas City-St. Joseph ha abordado el asunto muy cuidadosamente, pues el proceso para investigar la santidad solo puede comenzar cinco años después de la muerte de una persona, y Lancaster lleva cuatro.