El papa Francisco emitió la revisión más radical de la legislación de la Iglesia católica en cuatro décadas, endureciendo las regulaciones para los clérigos que abusan de menores y adultos vulnerables o cometen fraude.
Esta revisión involucra toda la sección 6 del Código de Derecho Canónico de la Iglesia, un código de siete libros con aproximadamente mil 750 artículos.
Recordó a los obispos que son responsables de seguir la ley y que uno de los objetivos de las revisiones es “reducir el número de casos en los que la imposición de una pena se deja a la discreción de las autoridades”.
La nueva sección, que incluye alrededor de 80 artículos relacionados con el crimen y el castigo, incorpora algunos cambios hechos a la ley de la Iglesia desde 1983 por los papas e introduce nuevas categorías.
El abuso sexual de menores se incluyó en una nueva sección titulada “Delitos contra la vida humana, la dignidad y la libertad”, en lugar de los anteriormente imprecisos “Delitos contra obligaciones especiales”.
La ley reconoce que los adultos también pueden ser víctimas de sacerdotes que abusan de su autoridad, y dicen que los legos que ejercen labores eclesiásticas pueden ser castigados por abusar de menores o adultos.
Es la primera vez que el derecho canónico reconoce oficialmente como criminal el método utilizado por agresores sexuales para entablar relaciones con sus víctimas, con regalos y otras distinciones, para luego explotarles sexualmente.
Además retira buena parte de la capacidad de discreción que permitía a obispos y jerarcas ignorar o encubrir los abusos, y deja claro que pueden afrontar responsabilidades por omisiones y negligencia a la hora de investigar.