Los servicios de salud británicos no registraron este martes ninguna víctima mortal por COVID-19 en las últimas 24 horas, por primera vez desde el 30 de julio de 2020, pese a la preocupación que suscita en el Reino Unido el aumento de casos de la variante Delta.
Esta reducción de las muertes es una buena noticia para el país, uno de los más castigado por la pandemia, con casi 127,782 muertos.
La mejora es el resultado de una campaña de vacunación masiva lanzada el 8 de diciembre que ha permitido administrar una primera dosis a más de 39 millones de personas (74.9% de la población adulta) y una segunda a más de 25 millones (48.9%).
Tras un largo y estricto tercer confinamiento este invierno, el Reino Unido está levantando progresivamente las restricciones.