En un movimiento histórico, en un Congreso del Partido Comunista en Cuba, Raúl Castro confirmó este viernes que dejaba el cargo de primer secretario del único partido político permitido en Cuba.
En su ingreso a la reunión con su uniforme de general de cuatro estrellas, seguido por su sucesor designado, el presidente Miguel Díaz-Canel , recibió un largo aplauso de los delegados.
“Concluye mi tarea como primer secretario, con la satisfacción de haber cumplido y con la confianza en el futuro de la patria, con la meditada convicción de no aceptar propuestas para mantenerme en los órganos superiores de la organización partidista”, dijo Castro al presentar el informe central.
Dijo que tenía fe en una nueva generación de funcionarios; además aclaró que seguiría “luchando” para defender la Revolución cubana y que “nada lo obligó” a retirarse.
Se espera que su reemplazo sea seleccionado durante el Congreso de cuatro días que concluye el lunes.
Ante esto llamó a un “diálogo respetuosos” entre su país y Estados Unidos, en su último gran discurso como dirigente máximo del país.
“Ratifico desde este congreso del Partido la voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso y edificar un nuevo tipo de relación con los Estados Unidos”, sin renunciar “a los principios de la revolución y el socialismo”
Después de la muerte de Fidel Castro en 2016, el retiro de Raúl pasa una página histórica en la isla, en donde la mayoría de los habitantes no han conocido a otra familia dirigente que no fuera la de los conocidos revolucionarios.
Cuba es uno de los países que menos ha cambiado desde el final de la Guerra Fría, incluso cuando los funcionarios del gobierno reconocen que la isla necesita adaptarse desesperadamente.