Redacción.- El canciller Marcelo Ebrard informó este lunes que la oposición de México a que inspectores extranjeros vigilen el cumplimiento de sus normas laborales no pone en cuestión el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La cuestión de las inspecciones “no se acordó en el tratado” y emergió “de manera clandestina”, dijo de su lado López Obrador.
La supervisión de las normas laborales de México estaría a cargo de hasta cinco agregados, según un texto presentado en el Congreso de Estados Unidos como parte de la aplicación de ese tratado de libre comercio.
El canciller reiteró así la postura expresada el fin de semana por el subsecretario de América del Norte y negociador del pacto comercial, Jesús Seade.
Dicha iniciativa contempla el nombramiento de cinco agregados diplomáticos laborales en México que se encargarían de supervisar el cumplimiento de las normas laborales mexicanas, en el marco del pacto comercial.
La disposición no fue consultada con México y se envió una carta al representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, con el reclamo del país. Seade viajó a Washington para demandar en persona que no les hayan advertido y para enfatizar que México no aceptará agregados con funciones que violen lo establecido en sus leyes.
El T-MEC fue firmado originalmente en noviembre de 2018 y solo había sido ratificado por México. Para aprobarlo en Estados Unidos, los legisladores demócratas exigieron previsiones para que México cumpla con normas laborales que le impidan sacar ventajas frente a la mano de obra estadounidense, que es más cara.
Estados Unidos llegó a proponer que inspectores fiscalizaran a las fábricas mexicanas, pero el gobierno de López Obrador se opuso. En su lugar, Seade dijo que los países acordaron la creación de paneles para la solución de controversias.