Redacción.- El 13 de agosto de 1961, Alemania quedó dividido en dos. Una alambrada de 166 kilómetros, separó Berlín en dos partes: por un lado la República Democrática Alemana (Berlín Oriental), y por otro lado, la República Federal Alemana.
Una sola noche bastó para construir una alambrada que después se convertiría en el Muro de Berlín, que estuvo en pie 28 años.
En plena Guerra Fría, la función del Muro era evitar la emigración masiva de ciudadanos del bloque comunista.
Según cifras se llega a la cuenta de que durante sus años hubo 5043 fugas, 3221 detenciones, 239 fugitivos muertos. El 9 de noviembre de 1989 el gobierno de la República Democrática Alemana permitió el paso hacia el oeste. Miles de personas se agolparon en los puntos de control para poder cruzar y nadie pudo detenerlos.
En todos los monumentos se han depositado esta mañana flores, velas, además se ha celebrado un bonito servicio religioso ecuménico en la Capilla de la Reconciliación y víctimas del muro están hoy visitando colegios para contar en primera persona, los recuerdos del muro, comentó una corresponsal.
Afirman que todavía quedan algunos trozos del Muro pero que “son muy escasos pedazos de hormigón y están en forma de monumentos”
Cuenta que “en Berlín ya no se nota esa división. En Alemania no es lo mismo, los jóvenes crecen con conciencia del tipo de Alemania en la que viven”.