Luego de declararse la pandemia en el mundo esto provocó el aumento del uso de equipo de protección como cubrebocas, desinfectantes y otros productos médicos, lo que llevó también a que traficantes hicieran su jugada ofertando equipo de mala calidad o falsificados.
Ante esto las Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtieron que de adquirir estos productos podrían poner en peligro a sus usuarios.
Estos grupos delictivos se han especializado aprovechando el aumento de la demanda y la escasez de suministros, informó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en un informe.
Esto llevó a una operación internacional coordinada por Interpol entre 90 países para hacer frente a la venta ilegal lo que terminó con 121 detenciones.
En comparación con una operación similar realizada en 2018, se observó un aumento de aproximadamente 18% en las incautaciones de medicamentos antivirales no autorizados y un aumento de más del 100% en las incautaciones de cloroquina no autorizada, tratamiento que está siendo utilizado en algunos países para tratar a pacientes con COVID-19.
La ONUDD pidió una mayor cooperación internacional, el fortalecimiento de las sanciones y capacitación más avanzada para quienes trabajan en el sector de los productos médicos.