Una misteriosa enfermedad ha dejado un rastro de muerte y desconcierto entre las comunidades locales del suroeste de la República Democrática del Congo.
Desde el 10 hasta el 25 de noviembre, al menos 143 personas han fallecido en la zona de Panzi, en la provincia de Kwango, cerca de la frontera con Angola.
Los afectados presentaron síntomas similares a los de la gripe: fiebre alta, fuertes dolores de cabeza, tos y anemia. Sin embargo, el origen y naturaleza exacta de esta enfermedad siguen siendo un enigma para los especialistas.
Según los expertos, podría tratarse de una enfermedad zoonótica, una infección que pasa de los animales a los humanos, dado el contexto rural de la región, tal y como se cree ocurrió con el SARS-CoV-2, que causó la pandemia de COVID-19.
Ante ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) enviará a un equipo de expertos para investigar, mientas las autoridades locales encabezadas por el viceministro provincial Rémy Saki, han confirmado que epidemiólogos están recolectando muestras para identificar la enfermedad.
Las comunidades afectadas enfrentan no solo la incertidumbre de la enfermedad, sino también la falta de recursos médicos adecuados, pues Panzi es una zona rural con serios problemas de acceso a medicamentos y atención sanitaria.
El brote de esta enfermedad desconocida llega en un momento crítico para la República Democrática del Congo, un país que ya enfrenta una crisis de salud pública a causa de la epidemia de mpox, anteriormente conocida como viruela del mono.
Este tipo de enfermedades no es raro en el Congo, un país con vastas áreas de bosques tropicales y un contacto frecuente entre humanos y fauna salvaje.