Agencias.- El plazo del Brexit se cumplió y desde las 00:00 horas de este sábado, tiempo local, el Reino Unido deja de formar parte de la Unión Europea.
Hace tres años, en un referéndum, los británicos expresaron que ya no querían ser parte de la Unión Europea. Después de meses de negociaciones, desacuerdos y renuncias, finalmente hoy se concretó el Brexit.
El Brexit entró en vigor en el último segundo del día en la Europa continental, las 23 horas para los británicos.
Esto no es un final sino un comienzo”, dijo el primer ministro Boris Johnson en un mensaje a la nación.
Un reloj proyectado en la fachada de Downing Street marcó la cuenta atrás hasta el momento en que, por primera vez en su historia, la UE perdió un miembro y ganó un poderoso competidor a sus puertas.
Con gritos de júbilo, una marea humana de partidarios del Brexit celebró una gran fiesta frente al Parlamento de Westminster, que durante tres años fue escenario de acalorados debates sobre la cuestión más importante y divisiva en la historia reciente del país.
Horas antes, cerca de allí, algunas personas habían quemado una bandera europea.
A pocos metros, los detractores del Brexit, entre ellos jóvenes que no votaron en el referéndum de 2016 y ahora ven su futuro truncado, vertieron sus lágrimas.
El Reino Unido entró en la Comunidad Económica Europea –antecesora de la UE– en 1973, tras sufrir dos vetos de Francia, en 1963 y 1967, preocupada porque fuese un “caballo de Troya” de Estados Unidos.
Pero la relación fue siempre complicada: los británicos no adoptaron la moneda única ni la libre circulación de personas, pidieron pagar menos al presupuesto europeo y siempre se opusieron a la integración política.
Pese a todo, el resultado del referéndum sorprendió y muchos lo explicaron como una reacción desesperada de los olvidados por la globalización, que querían así hacer oír su voz.
El Brexit estaba previsto para el 29 de marzo de 2019. Pero la pugna en el Parlamento entre sus partidarios y sus detractores llevó a más de tres años de bloqueo político, roto por fin por Johnson cuando obtuvo una aplastante mayoría en las legislativas de diciembre capitalizando el hartazgo de los británicos con una situación que se eternizaba.
A partir de ahora, Johnson tendrá por delante la difícil misión de negociar tratados comerciales con la UE, pero también con Estados Unidos, su gran baza para reemplazar a su principal socio comercial.