La junta de regidores del condado de San Diego, California, declaró por unanimidad una crisis humanitaria por falta de recursos para atender a más de 7 mil solicitantes de asilo que las autoridades migratorias han dejado en las calles en los últimos diez días.
En la frontera han evitado detenerlos o brindarles asistencia humanitaria porque, de hacerlo, sería reconocerlos bajo custodia y podrían solicitar asilo legalmente.
La declaración de crisis solicita recursos y personal federal para gestionar procesos y conectarlos con sus destinos finales y evitar su liberación en las calles de San Diego.
Además se oponen a los “traslados laterales de solicitantes desde otros estados” o jurisdicciones, pero sin mencionar al estado de Texas.
San Diego es la tercera zona metropolitana en la frontera que se declara en problemas porque las autoridades de migración dejan en las calles a las personas pues en El Paso se declararon en “punto de quiebre” e Eagle Pass en emergencia.