Mientras parte del planeta sufren temperaturas extremas en el primer mes del verano, la Tierra afronta un nuevo peligro: la llegada de una explosión solar a la que han llamado ‘caníbal’ y que podría acarrear una tormenta geomagnética.
Así lo aseguran los expertos tras registrar una explosión en el extremo suroeste del Sol.
El pasado martes 18 de julio, la mancha solar AR3363 produjo una llamarada, informó SpaceWeather.
De acuerdo a la NASA, a través de su Observatorio de Dinámica Solar, el suceso tuvo lugar en una región del Sol en concreto, en la vertiente suroeste, y eso ha hecho que se acerque a la Tierra una CME (eyección de masa coronal).
Por su parte el prestigioso Instituto Fedorov de Geofísica Aplicada en Moscú informó que había detectado varias erupciones solares particularmente potentes con posibles erupciones de clase X, que son la variedad más potente.
¿Que efectos tendría la tormenta electromagnética?
Si finalmente ocurriera una tormenta electromagnética, esta tendría la capacidad de ionizar la atmósfera superior de la Tierra, ocasionando interrupciones en las señales de radio y satélite.
Las tormentas más intensas son capaces de interrumpir las conexiones terrestres con los satélites, causar la desactivación temporal de los sistemas de radio y GPS a larga distancia, llegando a afectar hasta la mitad del planeta.
Aunque esto, por sí solo, podría considerarse un inconveniente menor, si un apagón de tal magnitud coincide con un desastre de mayor envergadura, como un terremoto o un tsunami, las consecuencias podrían ser catastróficas.