Ingenieros de la Universidad de Columbia en Estados Unidos, desarrollaron el chip inalámbrico más pequeño del mundo, publicado a principios de mayo en la revista Science Advances, de acuerdo a RT.
Se trata de un dispositivo del tamaño de un ácaro que en futuro podrá ser introducido en el cuerpo humano siendo inyectado con una aguja hipodérmica para monitorear condiciones médicas, infoormó el líder del estudio, Ken Shepard.
El nuevo chip ocupa un volumen total de menos de 0,1 mm³ y solo es visible con la ayuda de un microscopio.
Dado el tamaño se utilizó ultrasonidos para alimentar y comunicarse con este de forma inalámbrica; se fabricó una ‘antena’ que está instalada directamente en la parte superior del dispositivo y a través del que trabajan con él, mediante ultrasonidos.
El objetivo es desarrollar chips que puedan ser inyectados en el cuerpo y una vez dentro comunicarse con el exterior, proporcionando los datos que recoja localmente.
Los dispositivos actuales miden la temperatura corporal, pero existen muchas más posibilidades en las que el equipo está trabajando.