Las Fuerzas Armadas de Austria se preparan de forma intensa para un escenario caótico: un gran apagón eléctrico mundial de tiempo indefinido.
La ministra de Defensa Klaudia Tanner, dijo que la cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo, y que por ello ha supervisado una serie de maniobras e iniciativas de concienciación sobre lo que asegura es “un peligro real, pero subestimado”.
Un “blackout” conllevaría que muchos servicios esenciales dejaran de funcionar como teléfonos, internet, ordenadores, cajeros automáticos, semáforos y muchos otros, exponiendo la fragilidad de un mundo cada vez más digitalizado.
Las causas podrían ser muchas, desde fallos técnicos, sobrecargas por demanda, desajustes en el sistema o incluso causas “extraterrestres”.
“Un apagón es una de las mayores amenazas para un Estado moderno” declaró por su parte el ministro del Interior, Karl Nehammer.
En países menos desarrollados, los hospitales podrían perder la energía en cuestión de horas y miles de pacientes podrían morir sin la asistencia vital de los equipos.
Es importante que todos los servicios de emergencia, como la policía, ambulancias y bomberos, sigan funcionando y la tarea principal de las Fuerzas Armadas es abastecer y apoyar a estas organizaciones de emergencia.
En el caso de Austria, la última medida en cuanto a esta posibilidad, fue lanzar en octubre una campaña de información, con publicidad en los medios y la difusión de más de seis mil carteles repartidos por todo el país de “qué hacer si todo se para”.
No hay una fecha estimada sobre cuándo podría suceder un evento de esta naturaleza, pero el país apunta estar completamente preparados para 2025.