Los científicos mantuvieron el “Reloj del Juicio Final” tan cerca de la medianoche como nunca antes: 90 segundos para la medianoche, el punto teórico de la aniquilación.
Citando las acciones en materia de armas nucleares en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania, la guerra de Gaza e Israel con armas nucleares y el empeoramiento del cambio climático, estos factores impulsan el riesgo de una catástrofe global.
El Boletín de los Científicos Atómicos fijaron el reloj en función de los riesgos “existenciales” para la Tierra y sus habitantes, mencionando también a la inteligencia artificial y la nueva biotecnología.
El Boletín fue fundado en 1945 por científicos como Albert Einstein y J. Robert Oppenheimer y la organización sin ánimo de lucro con sede en Chicago creó el reloj en 1947, durante las tensiones de la Guerra Fría que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, para advertir al público de lo cerca que estaba la humanidad de destruir el mundo.
En 2007 se añadió el cambio climático como factor de ajuste del reloj.
Señalaron además que todo sigue apuntando hacia la catástrofe, con el hecho de que China, Rusia y Estados Unidos gastan grandes cantidades de dinero en ampliar o modernizar sus arsenales nucleares, lo que aumenta el riesgo de guerra nuclear por error o error de cálculo.