El Parlamento griego aprobó la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, una victoria histórica para los defensores de los derechos de los LGBT.
Decenas de personas se congregaron en las calles de Atenas, pues la ley otorga a las parejas del mismo sexo el derecho a casarse y adoptar.
Llega tras décadas de campaña de la comunidad LGBT por la igualdad en este país socialmente conservador.
El proyecto de ley fue aprobado por 176 legisladores en el Parlamento de 300 escaños y se convertirá en ley cuando se publique en el boletín oficial del gobierno.
Aunque miembros del partido de centro-derecha Nueva Democracia, del primer ministro Kyriakos Mitsotakis, se abstuvieron o votaron contra el proyecto, éste obtuvo el apoyo suficiente de la oposición de izquierdas en una rara muestra de unidad entre partidos a pesar de un tenso debate.
La poderosa Iglesia Ortodoxa, que considera la homosexualidad un pecado.