Redacción GM | Cada 26 de abril se hace conciencia sobre el Desastre de Chernóbil, en memoria del grave accidente nuclear ocurrido en 1986. La explosión en la planta de Chernóbil liberó una gran cantidad de material radioactivo, que afecto a millones de personas en Bielorrusia, Ucrania y la Federación de Rusia.
Ante la magnitud del desastre, el gobierno soviético solicitó ayuda internacional en 1990. Ese mismo año, la Asamblea General de las Naciones Unidas llamó a la cooperación mundial para atender las consecuencias de Chernóbil. Desde entonces, se han desarrollado más de 230 proyectos en temas de salud, medio ambiente y seguridad nuclear.
Con el paso del tiempo, las Naciones Unidas cambiaron su enfoque de asistencia humanitaria a proyectos de desarrollo sostenible en las zonas afectadas. En 2009, se creó la Red Internacional de Investigación e Información sobre Chernóbil para continuar con el apoyo a las comunidades que aún enfrentan los efectos de la catástrofe.
Uno de los avances más recientes fue la instalación de un nuevo confinamiento seguro sobre el reactor dañado, completado en 2019. Aunque se han logrado importantes progresos, las consecuencias de Chernóbil persisten. Esta fecha busca generar conciencia y recordar que el trabajo de recuperación aún no ha terminado.