Los efectos del cambio climático preocupa cada vez más a los especialistas con nuevas proyecciones acerca del futuro.
Según conclusiones de un reciente trabajo publicado en la revista Nature Communications, el pronóstico indica que entre 2030 y 2050 llegará el primer septiembre sin hielo en el Ártico incluso aunque los países hicieran grandes esfuerzos por recortar las emisiones y mantenerse en los límites del Acuerdo de París.
Habitualmente, el hielo que cubre el Ártico llega a su mínimo cada mes de septiembre, como consecuencia de la temporada de verano. Pero desde finales de siglo, este mínimo es cada vez más reducido.
El estudio fue apoyado por observaciones de satélites de la NASA y la ESA y un sofisticado modelo climático, hallaron que la extensión del casquete polar vino menguando a un ritmo del 12,6% cada década desde 1980. Pero la propia variabilidad climática complica a los investigadores saber cuándo todo el océano Ártico será agua.
Hay que tener en cuenta que los escenarios futuros de emisiones se corresponden con el objetivo de no superar los 2º de calentamiento extra que se aprobó en el mencionado Acuerdo de París en 2015. Y teniendo en cuenta que este es el escenario más optimista, todo indica, según los expertos, que el deshielo es inevitable.