La explosión de la batería de un celular que se estaba cargando provocó el incendio en el que fallecieron cuatro miembros de una misma familia en Guillena, Sevilla en España el pasado domingo.
Según el reporte de la Guardia Civil, esa fue la conclusión del trabajo realizado por el Equipo de Incendios de la Zona desde el día de los hechos, al tener claro los agentes desde el primer momento que el incendio se había iniciado en la planta baja de la vivienda de dos pisos.
Las víctimas fueron un matrimonio y sus hijos de 16 y 20 años.
El celular estaba enchufado y lo había dejado sobre un sofá.
Investigadores encontraron los restos del móvil que había explotado y se unieron tres factores: que la batería colapsó, estaba en la planta baja con lo que la combustión tendió a ascender hacia la alta, y estaba sobre un sofá por lo que ardió de forma inmediata y actuó como elemento dispersor del fuego.
El sargento de Bomberos de la Diputación de Sevilla, Manuel Blanco, explicó a EFE que la combustión se produjo a raíz de una batería “que normalmente suele ser de litio”, y que funciona “transformando energía química en eléctrica”.
Llamó a la población a vigilar las cargas de sus celulares y atender las recomendaciones del fabricante: “Si el móvil carga en cinco horas, no hay que dejarlo toda la noche enchufado”.