El trágico accidente en el tramo elevado de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, ocurrido el pasado 3 de mayo, se debió al pandeo de vigas, falta de pernos funcionales y a la presencia de grietas de fatiga, reveló el dictamen técnico final de la empresa noruega DNV.
Las conclusiones del dictamen destacan que la estructura compuesta estaba operando como dos vigas paralelas independientes: una de concreto y una de acero, que experimentaron condiciones de carga para las que no estaban diseñadas, lo que creó condiciones que llevaron a la distorsión del marco transversal central y la iniciación y propagación de grietas de fatiga que impactaron negativamente en la capacidad de la estructura para soportar la carga, según Milenio, con base en el informe.
Los factores que contribuyeron a la falta de funcionalidad en los pernos incluyen algunos de estos con soldaduras deficientes, faltantes y mal colocados.
Según el reporte de DNV, la estructura de la Línea 12 ya se encontraba comprometida desde antes del terremoto de 2017.
El informe consta de 182 páginas y también señala que se identificó una deflexión descendente significativa a partir de una inspección en video realizada por drones en diciembre de 2019.
El tercer y último informe de análisis causa-raíz, arrojará los controles, sistemas, prácticas y procedimientos que fallaron al prevenir que ocurriera el colapso.