Una inusual huelga general se registró en Israel, protestando por la crisis de los rehenes en Gaza, movimiento que provocó cierres de negocios y protestas el lunes 2 de septiembre y afectó a su principal aeropuerto internacional, además causó interrupciones en los principales sectores de la economía del país, incluidos los servicios médicos y bancarios.
Aunque fue cancelada alrededor a las 2:30 de la tarde (hora local) por orden de una corte que aceptó el argumento del Gobierno de Benjamin Netanyahu, de que sus motivaciones eran políticas y no económicas, de acuerdo a Noticias Telemundo.
El paro mostró la profunda división política causada por la gestión del primer ministro en el ataque del pasado 7 de octubre, la guerra posterior en la Franja de Gaza, y los intentos de alcanzar un acuerdo de alto al fuego que permita la liberación de decenas de rehenes tomados por el grupo Hamas.
Cientos de miles de israelíes salieron a las calles con el dolor y la rabia del hallazgo de seis rehenes muertos en Gaza. Las familias de los rehenes y gran parte de la opinión pública culparon a Netanyahu, afirmando que podrían haber sido salvados con un acuerdo de alto al fuego con Hamas.
Otros en Israel apoyan sin embargo estrategia de Netanyahu de mantener la presión militar a Hamas para que ceda a las exigencias israelíes.
Las marchas del domingo fueron las mayores desde el comienzo de la guerra, con 500,000 personas en actos en todo el país, según los organizadores, y a la mayor concentración en Tel Aviv.
Hamas, por su parte, culpó de las muertes a Israel y Estados Unidos, acusándoles de alargar las conversaciones de alto al fuego con más exigencias.