La activista y premio nobel de la Paz Malala Yousafzai, regresó este martes a su país natal Pakistán, para visitar las zonas afectadas por las inundaciones, donde han fallecido más de 1.700 personas y dejando a 33 millones de damnificados.
Este se trata de su segundo viaje al país asiático desde que los talibanes trataran de asesinarla hace 10 años, con un tiro en la cabeza por defender la educación de las niñas.
La joven de 25 años llegó a Karachi, capital de Sindh, coincidiendo con un aumento de la insurgencia en su natal con protestas por la muerte por disparos de un estudiante y un conductor de autobús.
Malala tenía solo 15 años cuando militantes de los talibanes paquistaníes, un grupo independiente pero con una ideología en común con el movimiento de Afganistán, le dispararon en la cabeza por su campaña a favor de la educación femenina.
Después de ser trasladada a un hospital de Rawalpindi, cerca de la capital del país, fue trasladada aún inconsciente al Reino Unido, para recibir un tratamiento que le salvó la vida y se erigió en un referente mundial de la lucha por la educación, convirtiéndose en la persona más joven en recibir un Premio Nobel de la Paz.
Visitará las zonas devastadas por las inundaciones sin precedentes de la última temporada de monzones, donde han muerto 632 niños según datos oficiales.