Murió una mujer en Texas tras inyectarse silicona en los glúteos de forma ilegal

Latora King, de 35 años, murió tras inyectarse silicona en los glúteos de forma ilegal en un domicilio de Dallas, Texas en Estados Unidos, informaron medios locales.

Fue el pasado 11 de mayo, que King conoció en el estacionamiento de un Home Depot a Pamela Burnley, de 55 años, apodada ‘Jag Booty’, que realizaba este tipo de inyecciones pese a no tener licencia para ejercer la medicina.

Posteriormente, ambas fueron a una casa cercana a ese lugar, donde Burnley inyectó la silicona a King, que murió seis días después en un hospital de Burleson.

Poco después presentó dolores y fiebre y finalmente falleció por una embolia pulmonar debido a la silicona suministrada, algo que sucede cuando el material forma un coágulo de sangre en los pulmones.

A pesar de que Burnley aseguró que solo fue de compras con la víctima y negó que le inyectara nada, varios mensajes de texto demuestran que King se puso de acuerdo con ella para aplicarle el procedimiento a cambio de 1.000 dólares.

La Policía de Fort Worth detuvo el pasado jueves a Burnley, que afronta un cargo por asesinato, pero un día después salió de la cárcel del condado de Tarrant tras pagar la fianza.

‘Jag Booty’ recibía numerosos pedidos para llevar a cabo este tipo de inyecciones a través de Facebook. De hecho, solía trabajar con otra mujer que fue encarcelada por asesinato.