El papa Francisco expresó este domingo su “dolor” por el hallazgo de los restos de 215 estudiantes indígenas en un antiguo internado en Canadá que era administrado por la Iglesia católica e instó a las autoridades religiosas y políticas a que se comprometan a esclarecer lo ocurrido.
Los restos de los niños fueron descubiertos en la escuela para indígenas de Kamloops, ubicada en la provincia de Columbia Británica, considerada la más grande de este tipo en el país, y que fue operada por la Iglesia católica entre 1890 y 1969, siendo cerrada definitivamente en 1977.
“Sigo con dolor las noticias que nos llegan desde Canadá, respecto al horrendo descubrimiento de los restos de 215 niños” declaró el papa tras finalizar la tradicional oración dominical del Ángélus sobre la plaza vaticana de San Pedro.
“Me uno a los obispos canadienses y a toda la Iglesia católica en Canadá para expresar mi cercanía al pueblo canadiense traumatizado por la impactante noticia. Que las autoridades políticas y religiosas sigan colaborando con determinación para aportar luz sobre ese triste suceso y se comprometan con humildad a recorrer un camino de reconciliación y sanación”
Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, deploró el viernes el rechazo del papa y la Iglesia católica a reconocer su “responsabilidad” y “parte de culpa” en la gestión de los internados para niños autóctonos en Canadá.
Los llamados de grupos indígenas a que el papa pida disculpas han aumentado en los últimos días luego de que fueran encontrados, la semana pasada, los restos de niños.
Unos 150 mil niños amerindios, mestizos y de etnia inuit (esquimales, término que actualmente tiene connotaciones peyorativas en Canadá) fueron internados por la fuerza en 139 pensionados de este tipo en todo el país, donde quedaron aislados de sus familias, lengua y cultura.