El presidente de Siria, Bashar al Assad, huyó del país luego de que los rebeldes asaltaran la capital, Damasco, y de acuerdo a la agencia Reuters, salió en un avión con sus tres hijos.
Poco después se informó que el derrocado mandatario y su familia se encuentran en Moscú y recibieron asilo en Rusia, confirmaron fuentes del Kremlin a las agencias Tass e Interfax.
Las autoridades rusas concedieron al derrocado mandatario y a su familia el asilo político por motivos humanitarios, añadieron estas fuentes.
Siria se ha visto envuelta en una sangrienta guerra civil de 13 años mientras los rebeldes islamistas buscaban derrocar a la dinastía Assad. El colapso de más de 50 años de gobierno de la familia sobre la República Árabe Siria sería un punto de inflexión monumental en la política de poder de Oriente Medio.
Los combatientes rebeldes sirios irrumpieron en Damasco sin oposición, derrocando al presidente y poniendo fin a más de cinco décadas de férreo gobierno de su familia, tras un avance relámpago que invirtió el curso de una guerra civil de 13 años.
Tras ello, ayer Mohammad Ghazi al Jalali, primer ministro de Assad, pidió elecciones libres, además ofreció hablar de un periodo de transición.
La ONU reporta 370 mil desplazados desde el 27 de noviembre pasado, cuando los rebeldes lanzaron su ofensiva y tomaron rápidamente el control de Alepo, la segunda ciudad del país situada en el noroeste, y de Hama, en el centro.