El presidente ruso, Vladimir Putin, decretó este miércoles la ley marcial en las regiones ucranianas de Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, los cuatro territorios que Rusia reivindica como propios tras los referéndums celebrados en septiembre.
Putin anunció el decreto en una reunión del Consejo de Seguridad, afirmando que se limita a formalizar una situación que ya existe ‘de facto’. Ahora, el texto queda sujeto a la aprobación de las dos cámaras del Parlamento ruso, un mero trámite.
Acusó al gobierno de Ucrania de no reconocer la expresión democrática de los ciudadanos de las cuatro regiones y de negarse a negociar.
“Continúan los bombardeos. Los civiles están muriendo”, lamentó Putin.
La ley marcial implica la restricción de libertades y derechos en las zonas a los que afecta y se justifica, según las leyes rusas, por el ataque de un Ejército extranjero sobre un territorio ruso, entre otras razones.
Entre las medidas que se contemplan figuran la restricción de entrada y de salida y la limitación a la circulación.
Por otra parte, Putin también elevó el nivel de alerta en la península de Crimea y en varias regiones del sur de Rusia: Krasnodar, Belgorod, Briansk, Voronezh, Kursk y Rostov.
Las autoridades de estas zonas tendrán un mayor margen de maniobra para emprender ciertas medidas con las que garantizar la defensa del territorio y la protección de la población, según el Kremlin.