A cinco años del incendio y la tragedia, reabrió sus puertas la Catedral de Notre Dame, con una ceremonia marcada por momentos clave.
El Presidente francés, Emmanuel Macron, consideró que fue un “día histórico” tras haber reunido al próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, a los que ha pedido continuar “la acción común por la paz y la seguridad”.
Cuando la campana más grande de la catedral, la Emmanuel de 13 toneladas sonó en la noche parisina, señalando el inicio de la ceremonia, la multitud dentro de Notre Dame se sumió en un silencio expectante. Emmanuel, un legado del rey Luis XIV, había sonado a lo largo de siglos de historia francesa, y su repique ahora resonaba como un llamado a presenciar otro momento histórico.
“¡Notre Dame, abre tus puertas!” pidió tres veces el arzobispo de París, Laurent Ulrich, golpeando con su báculo las puertas de la catedral gótica más famosa del mundo, construida hace más de 860 años.
El coro de la catedral respondió desde el interior invitando a los fieles a entrar, aunque debido al mal tiempo, los cerca de mil 500 invitados ya estaban dentro.
Inundada de luz y canciones, la catedral cobró vida en un momento de espectáculo sobrecogedor. Lo que había sido una ruina silenciosa y ennegrecida por el hollín hace cinco años ahora brillaba con renovada vitalidad, marcando la culminación de un esfuerzo global de casi mil millones de dólares para resucitarla.