Sudán ha sido escenario de violentos enfrentamientos durante los últimos días, entre miembros del ejército y de las milicias paramilitares conocidas como Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), dejando hasta el momento, un saldo de más de 100 muertos y 1.100 heridos.
Los combates se han dado la mayoría en la capital: Jartum, donde residentes se vieron inmersos en medio de las balaceras cuando las fuerzas rivales luchaban por obtener el control del palacio presidencial, la televisión estatal y la sede del ejército.
Pero ¿cuál es el trasfondo de estos conflictos?
Desde que ocurrió un golpe de Estado en octubre de 2021, Sudán ha sido gobernado por un consejo de generales donde dos militares están en el centro de la disputa: el general Abdel Fattah alBurhan, se desempeña como jefe de las fuerzas armadas y ocupa el cargo del presidente del país, mientras el segundo, el general Mohamed Hamdan Dagalo, es el líder de las RSF y están están en desacuerdo sobre la dirección que ha tomando el país y la propuesta de transición hacia un gobierno civil.
Se esperaba que la situación pudiese resolverse a través de un diálogo, pero no se ha materializado.
Los combates del fin de semana hacia acá, son el más reciente episodio de tensión que siguió al derrocamiento del presidente Omar alBashir en 2019.
Si continúan los enfrentamientos, esta situación podría fragmentar aún más el país y empeorar la turbulencia política.
Este martes Fattah alBurhan, afirmó que respetarán un alto el fuego durante 24 horas, a partir de las 18:00 hora local, en respuesta a los llamados de la comunidad internacional, de acuerdo con un comunicado compartido por CNN.
Un activista de los derechos humanos indicó a la BBC desde la capital sudanesa, que la gente se ha quedado sin agua y sin comida, tras los días de combate que han dejado sin energía a la ciudad y con sus tiendas cerradas.