Un avión de la aerolínea American Airlines, con 60 pasajeros y 4 miembros de la tripulación, chocó el miércoles por la noche contra un helicóptero militar cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington DC, cayendo ambas aeronaves al río Potomac.
Al momento se han recuperado 28 cadáveres de las frías aguas: 27 de ellos eran pasajeros del avión de American Airlines y uno, tripulante del helicóptero militar.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos informó que el avión regional Bombardier CRJ700 chocó con el helicóptero cuando se acercaba a la pista alrededor de las 21:00 hora local (02:00 GMT del jueves).
El vuelo 5342 de American Airlines cubría la ruta de Wichita, Kansas, a Washington DC.
La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, calificó el evento como “muy trágico” e informó que los servicios de emergencia de toda la región metropolitana trabajaron en condiciones muy oscuras y frías la noche del miercoles para ejecutar la operación de rescate agradeciendo sus “esfuerzos heroicos”.
Entre los pasajeros había deportistas, entrenadores y otros miembros de la federación de patinaje artístico de Estados Unidos que regresaban de un campamento de formación. Además había dos patinadores rusos y otros ciudadanos de esta nacionalidad, informó el portavoz del Kremlin.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que se mantiene “completamente informado sobre el terrible accidente”.
Según el consultor de aviación Geoffrey Thomas, entrevistado por la BBC, Estados Unidos tiene el sistema de aerolíneas más seguro del mundo y que “este tipo de cosas ya no ocurren”.
Thomas explicó que las colisiones en pleno vuelo “eran cosa del pasado”, y que la nueva tecnología ha permitido que los aviones se comuniquen electrónicamente entre sí para advertir a los pilotos de tales colisiones inminentes.